A la hora del tapeo en bares y tabernas de Madrid siempre encontrarás una ración de gambas al ajillo. Es una receta muy sencilla, rápida y deliciosa. Tradicionalmente se cocina y se sirve en una cazuela de barro. Las gambas al ajillo siempre se acompañan con un poco de pan, ya que no hay nada que guste más a los madrileños que mojar el pan en este rico aceite.
Porciones: para cuatro personas
Duración total: 15 minutos
Ingredientes:
- 400 g de gambas pequeñas
- 4 dientes de ajo
- 2 guindillas
- Perejil
- Aceite de oliva
- Sal
Pasos a seguir:
- Quita la piel, la cabeza y la cola de las gambas.
- Pela los ajos y córtalos en láminas finas. Haz lo mismo con la guindilla.
- Pon un poco de aceite en la cazuela de barro (o, en su defecto, en una sartén). Cuando el aceite esté bien caliente, saltea los ajos y las guindillas.
- Cuando empiecen a dorarse, añade las gambas peladas a la cazuela y pon un poco de sal. No dejes de remover para que se mezclen bien con el aceite, el ajo y la guindilla.
- Remueve unos dos minutos para que se mezcle todo bien. Ten cuidado de no hacer mucho las gambas, ya que pueden quedar secas.
- Añade un poco de perejil picado.
- Retira la cazuela y sirve la tapa en el mismo recipiente con cuidado porque estará muy caliente. Y, sobre todo, ¡no te olvides del pan!